8 de Abril de 2024
Comparto esta reflexión con la esperanza de convencerte de que los consejos asesores son un instrumento muy útil por dos razones.
En primer lugar, siempre necesitamos tener a alguien con quien hablar fuera del negocio. El día a día nos absorbe con frecuencia, y es difícil salir de todo eso y tomar una perspectiva a medio y largo plazo sobre dónde estamos, hacia dónde queremos ir y cómo vamos a llegar allí. Un consejo asesor nos da la oportunidad de respirar, salir de los detalles menores, pensar de nuevo con perspectiva y centrarse en las oportunidades antes de volver a los detalles menores. Por eso creo que un consejo asesor es realmente una buena herramienta a incorporar para ayudarte a desarrollar el negocio.
La segunda razón es que tienes que tomarte tiempo para reflexionar, y un consejo asesor es un gran vehículo que no sólo te permitirá hacerlo, sino que te obligará a ello. Peter Drucker sostenía que para ser efectivo hay que ser reflexivo. Tienes que reflexionar sobre lo que estás haciendo porque tienes que comunicarlo a personas que están fuera y que básicamente están invirtiendo su tiempo y su experiencia para ayudarte a avanzar. Así que los consejos asesores son un muy buen punto de partida. Son informales, pero requieren disciplina de tu parte. Y eso significa entonces que tienes que ser más reflexivo sobre tu negocio y tienes que tener un trasfondo para traerlos a tus asuntos para que puedan agregar valor.
David Beatty, reconocido experto en gobernanza corporativa, sostiene que “nos gusta tener a alguien en una startup que ya haya visto la película antes, para que puedas evitar trampas comunes y concentrarte en lo que realmente importa para construir.” Así mismo insiste en que el consejo, junto con el equipo de gestión y el mentor, definan las tres cosas que deben hacer para desarrollar significativamente el negocio en los próximos seis meses. Cada emprendedor tiene un millón de cosas que hacer antes del mediodía, pero ¿son estas las que ayudarán a la empresa a crecer y sobrevivir? Ayudar a determinar esas tres prioridades principales para que puedan ejecutarlas con certeza es una parte vital de tu emprendimiento.
Por lo tanto, sí a los consejos asesores, incorpora talento más allá de la familia y amigos y comienza a pensar en algunos expertos externos.
Lo que comenzará siendo un intercambio casual dará paso a uno mucho más estructurado que agregará un valor considerable a la trayectoria a largo plazo de tu startup y tu negocio. Y recuerda, define las 3 cosas sobre las que toda la organización tiene que alinearse. Simple pero efectivo.