28 de Junio de 2024
Esta misma mañana he oído en la radio una anécdota muy interesante que me ha llevado a reflexionar sobre la importancia de las personas que rodean a aquellos que alcanzan el éxito.
En una entrevista Saquille O’Neal cuenta como tras un partido horrible contra los New York Knicks declaró no haber podido soportar la presión y su padre le llamó para decirle que fuera a casa. Al llegar a casa lo citó a las 5 de la mañana. A esa hora se subieron al coche y en silencio condujeron hasta un puente donde estuvieron esperando más de una hora. Phillip Harrison en realidad es su padrastro, pero le crio desde muy joven y Saquille siempre lo ha considerado su verdadero padre. Sargento militar de carrera desempeñó un papel crucial en la formación del carácter y la ética de este.
En la espera en ese puente, su padre dijo “¿No pudiste lidiar con la presión? Bajo este puente hay una familia sin hogar. Mira y apaga las luces.”
Estaban durmiendo en una pequeña tienda. Se sentaron a esperar. A las 6:30 salió un hombre, y el padre dijo: “Eso es presión”.
A continuación, salió la esposa con 2 bebés y continuó: “presión es no saber cuando vendrá tu siguiente comida”.
“Estoy cansado de ustedes, atletas ricos. No rendir a tu nivel y decir que no soportas la presión.”
Todos hemos visto a personas que apuntaban muy alto y que tiempo después han desparecido. Quizás la diferencia con los que quedan siempre en nuestra memoria sea precisamente su personalidad y como las personas cercanas (familia, mentor, entrenador, etc.) han ayudado a forjarla, y que desarrollen todo su talento, con humildad, sacrificio, entrega, generosidad.
Probablemente nuestro tan admirado Rafa Nadal no sería el mismo sin la influencia de su tio. Saquille O’Neal quizás tampoco lo fuese sin su padre.
Aprendamos a rodearnos de personas que ejerzan esa positiva influencia, y al mismo tiempo la seamos para otros.
Y si he traído también el ejemplo de Rafa Nadal, es porque me parece que esta historia tiene otra similitud, y es la de no admitir las excusas. Me encanta la frase de Toni Nadal que dice “nunca una excusa nos hizo ganar un partido”. Seguro que Phillip Harrison estaría muy de acuerdo, pues tampoco admite que alguien con talento no lo aproveche y busque excusas fuera.
No podemos decir que no conozcamos la receta para el éxito: Más esfuerzo y menos excusas.